Cuatro años de casada, una bebé de 9 meses, 31 años y aún así tengo muy poco tiempo de realmente saber de qué se trata amar. No que antes no supiera el significado de esa palabra (la RAE no le da ningún crédito al amplio significado del Amor, por eso ni incluyo sus propuestas de definición), ¡por supuesto que lo sabía! Pero no sabía ejercitarlo bien. Apenas ahora en esta etapa que estoy viviendo por fin voy comprendiendo que significa amar ¡y ser amada!.
Amar es procurar el bien a la persona que amas… Sin límite de tiempo ni de caídas. Puedes equivocarte, pero si amas jamás te rindes por hacerle bien a quien amas.
El único agradecimiento y recompensa que esperas al amar es el que Dios te dará. La reciprocidad de las personas causa una dicha y gozo inmenso, pero no es el objetivo. El objetivo es amar.
Amar es servir con pasión a la persona que amas. Todo lo que puedas, cuantas veces puedas.
Cuidas a quien amas. Logras la máxima expresión de amor cuando das tu vida por quien amas. Dar la vida no sólo significa morir físicamente, es dejar de lado gustos, aspiraciones y deseos esperando que a quien amas los logre primero.
Amar… Es lo más espléndido que me ha pasado.
Amor y servicio son sinónimos en mi diccionario. No amo si no sirvo y no sirvo si no amo. Sencillo.
El Amor y no el amor es el que hace la diferencia en mi corazón.
No tengo oportunidad de amar si Dios no habita en mi corazón. El Amor es Dios.
Amar puede implicar un sacrificio constante y a veces puede ser doloroso… Pero no le gana a vivir sin amar. Eso es fatal.
Estoy inundada de cariño maternal… Eso sólo pasó cuando me decidí a realmente amar a Elena, y a comprender que amarla significa renunciar a mí, por darme a ella.
Amar al esposo es aceptar (y anhelar) que él gane. ¡Oh vaya que eso es amor!
Los besos y caricias manifiestan mi amor, ¡ah y eso no me cuesta ningún trabajo darlos! ¡Andrés y Elena pueden corroborarlo!
It´s a lifetime adventure finding what love is… (es la aventura de toda una vida descubrir lo que es el amor), ejercitarlo, manifestarlo… Pero ya empecé. Lo magnífico es que ¡no tiene límites el amor! ¡Puedo crecer en el amor tanto como lo desee! ¡El cielo…el límite! Eso me hace sonreír, porque los míos tendrán tantos y tantos mensajes de mi amor. El que da amor, ¡vive la dulce dicha de recibirlo también!
Y cuando las circunstancias se pongan algo complicadas, cuando haya obstáculos feos, grandes o pesados que me pongan difícil mi meta de amar, voy a sonreír, y a recordar que finalmente…
(Amemos MÁS, ¡feliz mes del amor).
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