Elizabeth George



Corté mi cabello, luzco más joven.
Frené mi desplazado tiempo de descanso durante las tardes, y me "puse en cintura"; ahora dedico dos días a todo el quehacer, ya no robo tiempo a los momentos que puedo estar con mi esposo.
Estoy terminando el trabajo de la oficina EN la oficina, lo cual me evita retrasar mi trabajo y tiempo libre en casa.

Pero...


... ese sabor de sequedad en la boca al ver mi récord de lectura bíblica estancado desde abri... ¡DESDE ABRIL! Y ya es julio. Esos múltiples recordatorios en mi gcalendar de tiempo devocional incumplidos... Mis escritos guardados en las conexiones neuronales, mis dedos tristes por la distancia entre ellos y la tinta y/o el teclado... Mayo y junio siendo un par de meses tan, pero tan demandantes de mi tiempo, talento, dinero, esfuerzo, aliento, ideas, creatividad para cocinar, fuerzas, y todavía destreza para lucir bien vestida me impidieron hacer varias cosas que debo siempre hacer. Y al reflexionar el por qué esos meses me "aplastaron" llegué a este desenlace: yo lo permití.


(suspiro).



Nada ni nadie tiene control sobre mi tiempo, excepto yo y a quien yo lo ceda.



Visitando la librería de la iglesia ayer, me topé con el libro "Cómo administrar la vida para mujeres ocupadas". Lo hojeé, y la resolución fue aplicar la ayuda útil que Elizabeth George me ofrecía. Me he convertido en amiga de esta práctica y amena autora. Sí, estoy encantada con el libro por que me está brindando el respiro que buscaba, es como el tanque de oxígeno en una excursión de buceo.


La conclusión es: usaré el tiempo en lo que quiero.


Por eso pondré en cintura mis deseos. Sin duda, estoy teniendo un encuentro con ...



... la disciplina. El éxito está asegurado. ¡Descanso en ello!