Una cosa, una sola... 31

Proverbios 31

10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
    Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. 


Leo y releo este capítulo.  ¡Oh cuánto anhelo llegar a esa estatura de mujer!  Papá... ¿cómo ves a Anel? ¿Quizá así?   Me veo insuficiente.  Con una buena porción de gracia divina y disposición humana planeo crecer estas virtudes en sentido vertical ascendente.  Aunque son las exigencias recomendaciones de una mamá a un rey, yo las anhelo.  Yo quiero ese nivel de pulidez en mi vida, quiero y me esforzaré en ser reconocida por mi esposo e hijos como una mujer diligente.

Diligencia... ¿Será esa la clave?  (medito).


11 El corazón de su marido está en ella confiado,
    Y no carecerá de ganancias.
Es buena administrando, no derrocha ni malgasta los recursos: tiempo, talento o dinero.


 12 Le da ella bien y no mal
    Todos los días de su vida.
Hace a su hombre feliz, le demuestra su amor todo el tiempo, ¡con todos sus recursos: ternura, atención, sacrificio, belleza, limpieza, orden, dinero, sujeción, oración...!

   
 13 Busca lana y lino,
    Y con voluntad trabaja con sus manos.
Es diligente para trabajar, es esforzada, se las ingenia para conseguir resultados.   

 14 Es como nave de mercader;
    Trae su pan de lejos.

Es valiente, arriesgada, no tiene tiempo para ser tímida o pusilánime.


 15 Se levanta aun de noche
    Y da comida a su familia
    Y ración a sus criadas.

Sabe sacrificarse por amor. 

   
 16 Considera la heredad, y la compra,
    Y planta viña del fruto de sus manos.
Buena negociante, hábil. 

   
 17 Ciñe de fuerza sus lomos,
    Y esfuerza sus brazos.
Apasionada por su trabajo.   

 18 Ve que van bien sus negocios;
    Su lámpara no se apaga de noche.

Cuidadosa... No deja nada al aire, supervisa. Es muy cuidadosa.

 19 Aplica su mano al huso,
    Y sus manos a la rueca.
   
 20 Alarga su mano al pobre,
    Y extiende sus manos al menesteroso.
Compasiva. No se burla del necesitado, lo ayuda.
   
 21 No tiene temor de la nieve por su familia,
    Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.
Precavida.   

 22 Ella se hace tapices;
    De lino fino y púrpura es su vestido.
Es guapa, se hermosea, es femenina, cuida del templo donde Su Creador habita. 
   
 23 Su marido es conocido en las puertas,
    Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
Con una mujer así...¿quién no va a dar reconocimiento a su esposo?
   
 24 Hace telas, y vende,
    Y da cintas al mercader.
   
 25 Fuerza y honor son su vestidura;
    Y se ríe de lo por venir.
 El justo anda confiado como un león... Y ella en su vivir practica la justicia.

   
 26 Abre su boca con sabiduría,
    Y la ley de clemencia está en su lengua.
Aaahhh, es una mujer que elige sus palabras, con prudencia e inteligencia. 
   
 27 Considera los caminos de su casa,
    Y no come el pan de balde.
   
 28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;
    Y su marido también la alaba.
Pienso en una mujer que haga lo contrario a este capítulo, ¡con razón no se aguantan ni ellas! Y luego exigen respeto, amor, atención... Pffff!!!  ¿Qué esposo e hijos van a querer a una mujer indómita, desordenada, sucia, derrochadora, maldiciente?  ¡Dios nos ampare con dichas "señoras"!


30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura;
    La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
Cierto. El principio para ser sabios, es ... Temer a Dios. Simple y práctico.  


Entonces, la verdadera clave para ser una mujer virtuosa es... Temerte Señor, honrarte con mi sumisión.

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