Un milagro

Me encontré un milagro: desperté de madrugada, Andrés seguía ahí, apacible (¿cómo es posible que yo me haya casado con tan noble, fuerte y sabio ser humano?); recordé: mis padres y mis hermanos me aman; consideré: una familia que sonríe ante mi andar; reafirmé: una iglesia como mi hogar, dulce hogar... Aprecié, a las amigas que me sostienen; suspiré al verte llegar, inclinarme para adorar pues... ¿qué más podría hacer cuando de frente tengo a Su Majestad?






Me encontré un milagro, y otro ¡y otro más!

No hay comentarios: