¿Te has sentido así?



Que no te puedes concentrar, que deseas permanecer en tu lugar y escuchar, atender pero... ¡las piernas se levantan solas!  Cuando menos piensas ya estás en el pasillo leyendo un anuncio en la ventana en lugar de estar adentro.  El tiempo entonces obedece a Einsten, se hace relativo: cuando deseas que dos horas pasen en media hora es al revés, media hora se vuelven trágicamente en dos.  Llegué a casa, sólo quería llegar a casa y luego volví a imaginar "y que sería si...".    


El "y que sería si..." se esfumó justo cuando recordé que no había hecho comida. Lástima, se llegaron las 11pm y lo único que recuerdo fue el azote de mi cabeza en la almohada.  

En serio me esforzaré por no provocar que esto me suceda hoy...Vaya, mis horas son muchas, no se me pueden simplemente escurrir.

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