Si me permiten, voy a añadir un comentario que Raúl Orozco hizo en un muy provechoso blog. Puse una cara algo así " o_0 " cuando lo leí. Soy administradora de profesión, así que ya imaginarán mi reacción al leerlo:
Números 1.
Desde el título del libro nos sugiere que los números son importantes para Dios, el pueblo debía de tener una administración efectiva y detallada de sus hombres de guerra. ¿Cómo se organizarían para una batalla si no supieran ni cuántos son, ni quienes, ni estuvieran agrupados por niveles y grupos de autoridad? Así también nosotros, debemos tener una administración estricta de los recursos que Dios nos da.
¿Qué tal tu tiempo? ¿Llevas una agenda donde dispones tiempo para tu Dios y participar en su obra? ¿Te las ingenias para ahorrar tiempo en tus labores cotidianas para que puedas hacer lo verdaderamente importante? Si no lo haces, podrías hallarte diciendo que no tienes tiempo, mientras lo desperdicias en cosas que no valen la pena invertirlo. ¿Qué tal tus talentos? ¿Los tienes subordinados en algún grupo de autoridad donde pueden ser aprovechados como un departamento de la iglesia o un ministerio? Si no lo haces, aunque seas muy talentoso, podrías hallarte desperdiciando lo que Dios te dio en un esfuerzo aislado que no logrará mucho.
Números 2.
Ligado a la administración va el orden, o colocar cada recurso donde debe estar para que pueda ser aprovechado al máximo.
Sé muy diligente en cuanto a ordenar lo que Dios puso bajo tu cuidado. Cuando Dios multiplicó
panes y peces, aunque podría hacer miles, Él mandó a recoger las sobras para que nada se perdiese. Aunque nos parezca poco tiempo, poco dinero, o una tarea sin mucha relevancia, tenemos que tener cuidado de que nada se pierda. El pueblo debía estar donde se le indicó, marchar en el orden que se le indicó, seamos fieles en seguir instrucciones, el pueblo era grande como la obra que Dios quiere hacer hoy en día, sólo con estricto orden y disciplina se podrá coordinar y ejecutar efectivamente.
Números 1.
Desde el título del libro nos sugiere que los números son importantes para Dios, el pueblo debía de tener una administración efectiva y detallada de sus hombres de guerra. ¿Cómo se organizarían para una batalla si no supieran ni cuántos son, ni quienes, ni estuvieran agrupados por niveles y grupos de autoridad? Así también nosotros, debemos tener una administración estricta de los recursos que Dios nos da.
¿Qué tal tu tiempo? ¿Llevas una agenda donde dispones tiempo para tu Dios y participar en su obra? ¿Te las ingenias para ahorrar tiempo en tus labores cotidianas para que puedas hacer lo verdaderamente importante? Si no lo haces, podrías hallarte diciendo que no tienes tiempo, mientras lo desperdicias en cosas que no valen la pena invertirlo. ¿Qué tal tus talentos? ¿Los tienes subordinados en algún grupo de autoridad donde pueden ser aprovechados como un departamento de la iglesia o un ministerio? Si no lo haces, aunque seas muy talentoso, podrías hallarte desperdiciando lo que Dios te dio en un esfuerzo aislado que no logrará mucho.
Números 2.
Ligado a la administración va el orden, o colocar cada recurso donde debe estar para que pueda ser aprovechado al máximo.
Sé muy diligente en cuanto a ordenar lo que Dios puso bajo tu cuidado. Cuando Dios multiplicó
panes y peces, aunque podría hacer miles, Él mandó a recoger las sobras para que nada se perdiese. Aunque nos parezca poco tiempo, poco dinero, o una tarea sin mucha relevancia, tenemos que tener cuidado de que nada se pierda. El pueblo debía estar donde se le indicó, marchar en el orden que se le indicó, seamos fieles en seguir instrucciones, el pueblo era grande como la obra que Dios quiere hacer hoy en día, sólo con estricto orden y disciplina se podrá coordinar y ejecutar efectivamente.
1 comentario:
ande que lindo leer de mi dear husband aquí :)
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