Compartiendo los libros que he leído

 

 

 

 

Actualmente estoy asistiendo al club de lectura de las mujeres de mi iglesia. Se abrió con el propósito de promover la lectura en las mujeres de todas las edades, muy especialmente de las casadas con hijos. ¡Oh y cuánto me ha bendecido estar ahí! No sólo por el beneficio obvio: LEER, sino por el contenido de los libros escogidos, de todos he captado algo útil, necesario e importante a mi vida; quiero compartir un resumen de los libros que vayamos leyendo y así compartirte  también la riqueza que me he encontrado en estos títulos. Con algunos no estuve de acuerdo en una primera hojeada, pero al resumirlos pude notar aspectos útiles que se me habían pasado desapercibidos. Muy especialmente recomiendo La mujer y sus emociones, de Miriam Neff. Ese libro y yo pasamos una aventura memorable todo el tiempo que lo leí, siempre lo recomendaré.  Bueno, aquí vamos…

 

 

 

Resumen

Este libro trata acerca de cómo poder vivir una vida más próspera mediante el gobierno de nuestros pensamientos y palabras, fue escrito por Cindy Trimm, motivadora internacional y predicadora originaria de Estados Unidos. Contiene 8 capítulos los cuales son:

1. El secreto al descubierto

2. Ocúpate de tus asuntos

3. El poder creativo de las palabras habladas

4. ¿Qué has puesto en la atmósfera?

5. Tú puedes cambiar el curso de tu destino

6. La importancia de ordenarle a tu día

7. Cómo convertirte en un éxito repentino

8. Cómo ordenarle a tu mañana

Conclusión: la esencia de un nuevo día.

La hna. Trimm abarca el importante tema de elegir cuidadosamente lo que decimos y pensamos porque nos convertiremos precisamente en lo que pensamos y decimos, ella también expone que nuestro alrededor es creación de nuestras palabras. Cada amanecer de un nuevo día puede traer mejores posibilidades de éxito y prosperidad, pero cómo termine depende en gran medida de nosotros, por eso la vital importancia de aprender a bendecir nuestro día antes de que comience.

La autora menciona que nuestras palabras tienen un rol preponderante en el rumbo que nuestro día tendrá, incluso nuestra vida misma, pues Dios habló y el universo existió, así nosotros tenemos la capacidad también de crear el ambiente que nos rodea con lo que declaramos, y eso tiene su origen en nuestra mente, con lo que decidimos pensar. La Biblia declara en Proverbios 23:7 “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él” así que debemos cuidar lo que pensamos porque nos convertimos precisamente en lo que pensamos, hay poder dador de vida en cada palabra pensada y hablada.

Nos enseña también que debemos aprender a aprovechar y luego maximizar el potencial de nuestros pensamientos y palabras, que debemos crear una mentalidad de realeza sacerdotal practicando nobles hábitos de pensamiento y disciplinando nuestra lengua para pronunciar palabras llenas de éxito si hemos de convertirnos en las campeonas que Dios pensó que fuésemos. La clave para aprovechar al máximo cada oportunidad es agarrarse firmemente a la voluntad del Señor. Por eso es vitalmente importante renovar nuestra mente continuamente con la Palabra de Dios.

Todos nosotros debemos aprender el arte de ordenar nuestro día. Hemos de tomar en cuenta cada día y no desperdiciar el tiempo que tenemos. La sabiduría redime el tiempo y aprovecha al máximo cada oportunidad. Ordenar nuestros días requiere la capacidad de establecer prioridades. Un manejo efectivo del tiempo requiere conocer el corazón de Dios con respecto a aquello en lo que vale la pena “invertir” tiempo; como con cualquier inversión financiera, debes preguntarte qué tipo de beneficios están produciendo tus inversiones de tiempo.

No te pierdas las recompensas del tiempo bien administrado. El orden es lo que te da la libertad de ser creativo, es el que te da la paz mental que necesitas para sintonizar con las frecuencias sobrenaturales de Dios y conectar con la inspiración divina. Sin orden serás distraído por las ocupaciones y preocupaciones de esta vida.

El orden llega temprano. Dios se levanta temprano. Quienes buscan ser usados por Dios deben estar dispuestos a levantarse temprano. Sin embargo, orar temprano no sólo se refiere a la hora del día, sino que también se refiere a orar mucho antes de que algo suceda, antes de que una situación se intensifique y quede fuera de tu control. Parte de orar proactivamente en lugar de hacerlo reactivamente es orar temprano. Conecta con la mejor voluntad de Dios para ti madrugando para pasar tiempo en Su presencia, mantente firme en sus promesas y obtén su palabra especial para ti a fin de poder estar firme y declararla durante el día. Busca sabiduría, busca entendimiento, estudia para presentarte aprobado.