Reflexionando, éstas son algunas sorpresas que he recibido en los últimos años:
Pensé que siempre tendría a ese pastor que bendijo tanto mi vida con su ejemplo... Y luego falleció al año de conocerlo.
Pensé que yo tenía las mejores ideas y sabía cómo hacer mejor las cosas cuando entré a trabajar a la iglesia... Y los pastores, sin ser licenciados en administración, fueron los que me enseñaron realmente a trabajar.
Pensé que me casaría con un "flamante predicador", con todos los compromisos del mundo, aclamado por multitudes (tomé en verdad en serio eso de "creo que lo valgo", jeje). Y ta raaan... Me casé con Andrés. No me malinterpreten, no estoy demeritando a mi magnífico esposo, sólo que yo idealicé al hombre con quien me casaría, o sea, yo casi lo veía entre flashes y un auto de lujo... Dios me aterrizó y me dio a quien menos me esperaba (¡y cuánto agradezco que así haya sido!).
Pensé que me embarazaría primero y... cha ca cha chaaaaan: mi cuñada preciosa, Karina, con pocos meses de casada a todos sorprendió con la noticia: estaba embarazada y yo, con casi 3 años pues no. Jeje. Y luego, cuando pensé que entonces me tomaría más tiempo embarazarme... zas... La sorpresa la dí yo ; ).
Pensé que mi primer hijo sería niño, ya había armado todo el plan, que él cuidaría a sus hermanos, ya me veía jugando/riendo/cantando/estudiando con él...¿Y por qué niño primero? Ah, pues por que "niño primero es mejor". ¿De dónde tomé esa idea? De todas partes. De comentarios de la gente; de la Biblia (según yo). Sí, el primogénito debía ser varón si no no habría bendición... (si en este punto me quieres tirar con algo puedes hacerlo).
Y de nuevo se cambiaron mis planes. Tendré una niña. Dios se encarga de cambiarme los planes cada vez que me veo y comporto tan segura, tan confiada de que lo que yo estoy decidiendo/pensando es simplemente lo mejor, la mejor idea. Debo admitir que Él se divierte conmigo, ¿por qué lo digo? Porque se ríe de mi falsa confianza y se encarga con mucha ternura de mostrarme que Él todavía es el que decide por mí. Y que eso es bueno. Que puedo confiar, depender y tener fe en Él, Él es digno de confianza y por ende sus planes son los buenos (no sólo los mejores... mmhhh, convendría estar conectada a Él mejor, ¿no?).
Escribir, pensar y decir esto es muy muy sencillo. Lo divertido viene cuando tienes que vivirlo. Así que me decido a darle un buen "reset" a mi mente, relajarme y abrir bien los ojos ante esta nueva aventura: tendremos una niña, es mi regalo y pienso bendecirla, disfrutarla y en ella ver la risa de Dios diciendo "lo hice de nuevo".
11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Jeremías 29:11
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
1 comentario:
Ambas somos primogénitas y no se tu pero he tomado mi bendición, herencia y primogenitura como algo serio.
También he estado en el barco del "jamás pensé", en el plato de los "nuncas" que me he ido comiendo uno a uno, en la fogata de las "flamantes mejores ideas" que se han ido consumiendo una a una no en orden de aparición o importancia sino en orden de irrelevancia y vanalidad.
Me alegra tu actitud de recibir todo lo que Dios tenga para ti, como venga y en el paquete que venga, lo que importa es su plan.
Como mayores emparejamos el camino a nuestros hermanos, les guste o no nos tocó limar piedra y a ellos las cosas resultaron más lisas.
Una hija nos asegura nietos en casa...no es eso maravilloso?
El temor a lo desconocido lo hace a uno a veces desvariar (a mi pues) lo bueno es que la realidad te hace tocar piso y disfrutar lo cotidiano, justo como tu blog.
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